Al fin restablecieron el puente sobre el Río Blanco que colapso hace 9 meses por el desborde del torrente, dejando incomunicados a las poblaciones de Esmeraldas, Manabí, Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas.
El nuevo puente, llamado “puente delta” está hecho de estructura metálica, construido por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército Ecuatoriano. Aunque falta construir el paso de los peatones, anexo al puente, la obra fue inaugurado por el presidente, Daniel Noboa.
Los moradores de la Independencia, la comunidad de 29 de Septiembre, Puerto Quito y de los Bancos tuvieron que esperar casi un año, la voluntad de las autoridades gubernamentales para volver a tener el puente.
Cuando el puente se cayó, se paralizó el tránsito vehicular interprovincial, y quedó bloqueada la movilización de las personas de Quito hacia Esmeraldas, Manabí y Santo Domingo. El turismo hacia la costa disminuyó notablemente. El comercio intercomunitario se acabó en la zona del Río Blanco. Alas personas les tocó cruzar el torrente pagando barcazas y con el riesgo de sufrir alguna desgracia.
El Consejo Provincial de Pichincha, puso los materiales pétreos y equipos camineros, para arreglar la vía y las zonas de ingresos hacia el puente, con la finalidad de acelerar la construcción, señaló Paola Pavón.
El Municipio del Cantón Puerto Quito, también dio su contingente logístico para que el puente delta se acabe de hacer lo más pronto posible, dijo a este medio, Víctor Mieles, alcalde del Ayuntamiento.
Lo negativo del acto fue la impuntualidad del presidente Daniel Noboa, que llego al lugar de la inauguración con 3 horas de retraso, el control de seguridad exagerado que sometieron a los periodistas que estuvieron dando cobertura. Lo más grave, la marginación a la gente de los recintos y cantones aledañas, que llegaron a presenciar la inauguración del puente, quienes fueron impedidos con cercas metálicas. Este medio conversó con Moisés Toala, quien llegó al lugar desde la Concordia, con la ilusión de participar en el evento “al pueblo nos tratan como basura nos impiden con cercas como si fuésemos delincuentes”, señaló.