“Quien nada debe, nada teme”, dice el viejo proverbio del argot popular, exactamente como dicen algunos analistas políticos con relación al juicio político que piensa plantear la bancada de la Revolución Ciudadana contra Diana Salazar, argumentando que en un eventual juicio político la fiscal Diana Salazar tiene la oportunidad de demostrarle a país que sus acciones fueron apegadas a derecho, y cumplió sus funciones de manera transparente, eficiente e independiente.
Pero al negarse a un juicio político solo demostraría lo contrario, es decir que fue un instrumento de persecución política, que demostró parcialización el momento de impartir justicia, que no cumplió con sus responsabilidades como manda la Ley y sobre todo que la fiscalía de la nación lejos de ser independiente de la política fue sumisa a las disposiciones del gobernante de turno. Por esta circunstancia los analistas políticos coinciden de que la Fiscal no debe tener temor de un juicio político y que la Asamblea debe continuar con su responsabilidad de fiscalizar a las autoridades que nos gobiernan.